La población indígena ha sabido preservar las tradiciones de sus ancestros en la vestimenta, la lengua y el estilo de vida. Bolivia presenta en todas sus variantes culturales una enorme influencia indígena. En la Sierra y el Altiplano la arquitectura colonial adquirió estilos diferentes a los de otros virreinatos, en la que predominan edificios e iglesias decoradas con una fuerte presencia de motivos incaicos y de la flora y fauna locales. En escultura y pintura son numerosos los retablos barrocos del periodo colonial, así como pinturas autóctonas de enorme ingenuidad. Destaca el pintor del virreinato Melchor Pérez de Holguín; algunos de los pintores más sobresalientes nacidos a finales del siglo XIX son: Arturo Borda, paisajista, y Cecilio Guzmán de Rojas, indigenista. Del siglo XX hay que mencionar a la escultora Marina Núñez del Prado y a los pintores Enrique Arnal y Alfredo Laplaca.
La música popular boliviana ha sufrido muy pocas transformaciones debido al aislamiento geográfico del país. Todavía se utilizan instrumentos prehispánicos, muy parecidos a los de Perú y norte de Argentina, variantes del siku o de la quena. Danzas típicas bolivianas son: el carnavalito y la cueca. Véase Música latinoamericana.
domingo, 10 de agosto de 2008
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